sábado, 27 de abril de 2013

Pa'lante!

Alto a los pensamientos tóxicos, a lo que nos limita, a lo que nos impide avanzar. Alto a la mediocridad, al miedo que nos paraliza.
Cuidado con la autocomplacencia, con las verdades a medias, con ensimismarse demasiado. Cuidado con no arriesgar lo suficiente.
Pa'lante con los sueños y su accionar diario. Pa'lante con la intuición, con lo que el corazón nos dicta. Pa'lante con tus claroscuros. Pa'lante con tu sonrisa y con aquello que habia en cada corazón



miércoles, 24 de abril de 2013

Aprendiendo

He aprendido que los amores pueden llegar por sorpresa o terminar en una noche. Que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos, y que, por el contrario, un desconocido puede convertirse en alguien inseparable. Que el "nunca más" nunca se cumple, y que el "para siempre" siempre termina.
Que el que quiere, puede, sigue, lo logra y lo consigue. Que el que arriesga no pierde nada, y el que no arriesga no gana.
Que si quieres ver a una persona, búscala, porque mañana será tarde.
Que sentir dolor es inevitable, pero sufrir es opcional.
Y sobre todo, he aprendido que no sirve de nada seguir negando lo evidente


domingo, 7 de abril de 2013

Así es

Tirando de jueves, quemando los viernes, con tal de que vengas el lunes a verme
Pasando de martes, prefiero los miércoles, sabiendo que el sábado esperas quererme.
Y ¿qué hacemos con los domingos?
Sí, parece que mi plan ha sido echarte de menos.

martes, 2 de abril de 2013

Mientras el corazón se queja, yo hago tripas de él



¿No lo oyes? Se acaba de cerrar otra puerta. No, otra no, la que nunca cerraste. Esa, la que con cada conversación analizada golpea fuerte haciendo eco. Pero realmente te das cuenta de que nunca cerró bien, que debe estar mal encajada o hay algo en la cerradura que obstruye. ¿No lo sientes? El nudo en la tripa, la impotencia, la caída del cielo, el corazón como se despereza entre tanto alboroto y se queja del dolor. Dice que ya está bien, que si puedes hacerle el favor de no someterle a tales circunstancias, de empezar a ver con los ojos lo que es tu realidad y no dejar que la imaginación sea tu quinto sentido. Que me comentó anoche que hasta cuándo. Que si piensas seguir así mucho tiempo, que se está empezando a olvidar de querer, que ya no sabe cómo dar los buenos días y no se acuerda de recibir un abrazo. Dice que o le comunicas a tu cuerpo que se ponga de acuerdo con el alma o él se va. Que está cansado de vivir en un mundo interior donde no se le valora, que sólo se le presiona para que exprese cuando quieres hablar, para que los sentimientos se transformen en palabras y caminen hacia tu boca y puedas emitir esos sonidos que dices que son sueños. Se pregunta por qué le tratas así si tú antes le querías. Que tú antes le acolchabas cada noche para que cogiera el sueño, dice que se acuerda de cuando le dabas calor en invierno y se lamenta porque no sabe que ha hecho para que el trato cambie. Pero te pide por favor que pares. Que por mucho que grites no te entiende.

Eso me dijo alguien, alguna vez, no sé si hace poco o demasiado, o pasó el tiempo suficiente como para ser válido, lo único que se me ocurrió fue decirle que le dijera al corazón, al mío, el que se esconde de tanto ruido y se queda cuando llueve, que lo siento, que no soy capaz de hacerlo, dile que si esto ha cambiado es porque antes no eran mis manos las que le acolchaban, dile también que me perdone por ponerle en esta tesitura, por ponerle literalmente entre la espada del olvido y la pared del amor. Dile por favor, y esto de corazón, que si tiene que parar que lo haga, que yo ya estoy satisfecha con mi paso en esta vida, que dejo recuerdos y sobre todo palabras, dile que la situación se me ha ido de las manos y que nunca quise eso para él, con todo lo que él me ha dado... Dile que gracias por hacerme sentir tanto y por cuidarme aún cuando no era necesario, por saltar cuando le veía y por dar la espalda cuando se enfadaba, dile que todos mis textos llevan su nombre.
Esto último dile al corazón que se lo diga, él sabe a quién.